LA PRESENCIA DE DIOS

Este domingo 26 de junio fue un día muy especial para nosotros por dos sucesos:

VISITA DE SOR INÉS MC: Como un regalo inesperado por Dios fue la llegada a nuestra ciudad de una de nuestras paisanas muy recordadas y siempre querida Hermana Inés (Mercedaria de la Caridad) fue muy grata su visita inesperada ya que ella se encuentra formando parte de la Comunidad de Mercedarias de la Caridad ya hace mas de 5 años en el país de Corea del Sur.  

El sábado por la noche recordamos momentos vividos junto a la Comunidad de Hermanas Mercedarias en Arequipa cuando todavía estaban en Arequipa, nos reuníamos en ese entonces en el Hogar Clínica San Juan de Dios y ahora lo hacemos en la Iglesia de la Merced. Compartimos una meditación y oración muy bonita junto a ella agradeciendo por la vida, el amor, reconociendo la presencia de Dios en todo lo que nos rodea.

RENOVACIÓN DE COMPROMISOS: El domingo participamos toda la Comunidad (Laicos Mercedarios y JUMERLI) de una celebración Eucarística donde renovamos nuestro compromiso de seguir fieles al servicio de Dios desde donde nos encontremos, llevando su mensaje a todos sin excepción en todo momento.

Previo a esta celebración no pudimos descuidar la formación catequética de nuestros niños y jóvenes de la parroquia aquí algunas fotos.

La celebración estuvo a cargo de P. Dionicio Amezquita O.M. como párroco de la Parroquia San Juan Bautista de Characato, que es donde realizamos nuestra misión catequética. El regalo más grande de este día fue la compañía de nuestra Hermana Inés que nos reafirma las fuerzas de seguir adelante y la certeza de saber que las Hermanas están con nosotros aunque ya no se encuentren físicamente en la ciudad; su presencia en este día podemos tomarla como una manifestación de Dios, que en este día tan importante nos dice: “Animo, estoy con ustedes siempre, no desfallezcan”

Luego tuvimos un pequeño compartir donde nos acompañaron algunas mamás que tambien participaron de la celebración eucarística.

GRACIAS DIOS POR ESTE DIA INOLVIDABLE Y POR TODO LO QUE EN EL NOS BRINDASTE, MIL GRACIAS SEÑOR